La increíble mezcla de culturas en Sierra Leona fue producto del movimiento anti esclavista que empezó a finales del S. XVIII, a partir del cual, muchos esclavos africanos liberados (o sus descendientes) fueron llevados a la colonia británica, rebautizada como Freetown, actual capital del país desde 1961. La gran mayoría de personas liberadas llegaron inicialmente de Londres, pero más tarde llegaron de todas las colonias británicas e incluso de otras partes del continente africano. A mediados del S.XIX en Freetown se llegaron a contabilizar la friolera de 160 lenguas diferentes, además de 40 dialectos, y de esta interesante mezcla se creó una nueva cultura y lenguaje, el Krio (de Creole, criollo), tomando como base el inglés además de diferentes elementos gramáticos africanos.
Como es natural, la música de Sierra Leone fue también tanto un reflejo como un resultado de esta mezcla de culturas, como el Goombay o el Milo Jazz, pero hoy nos centraremos en otro estilo bautizado como Maringar o Maringa, la pronunciación Krio de “merengue” pero que fue básicamente la adaptación del Calypso por los habitantes de Sierra Leona, y en concreto hablaremos de su máximo exponente, Ebezener Calendar.
Esta adaptación del Calypso en forma de Maringa aparece a finales de los años 40 y triunfa en los 50. No fue sólo el resultado tanto de la cantidad de gente libre proviniente de diversas zonas del Caribe que llegó a Freetown como también de la popularización esta música a través de los discos de gramófono que llegaban por influencia inglesa desde los años 30. Como el Calypso o el Goombay, el Maringa habla de lo cotidiano, de los eventos sociales e históricos que suceden, aunque también de temas divertidos e intrascendentales. Las bandas solían por una o dos guitarras, mandolina, banjo, algún instrumento de viento (la tuba generalmente para el ritmo, aunque también la trompeta) e instrumentos de percusión como los tambores, el cajón (Bass Box) y el triángulo. La portabilidad de estos instrumentos era esencial ya que la música empezó sonando en las calles de Freetown antes de hacerse famosa.
De hecho fue así como empezó profesionalmente el que se convertiría en el rey del Maringa, nuestro Ebenezer Calendar, tocando en la calle. Nacido en 1912 de un padre soldado originario de Barbados (Algunas fuentes dicen que de Jamaica) y de una madre sierraleonesa, empezó a cantar en las asociaciones típicas de Freetown conocidas como Compin que amenizaban funerales con una mezcla de músicas tradicionales de diferentes orígenes (cristiano, africano, caribeño…) Ebenezer había pasado de estudiar a trabajar como ebanista en una funeraria, y fue su jefe quien le animó a cantar en estos grupos. El gusano de la música le pica, y pronto forma un grupo con amigos con los que practica en la calle. Es también en esta época que empieza a aprender una variedad de instrumentos por su cuenta, llegando a tocar la guitarra, la mandolina, la corneta y la trompeta.
El grupo de amigos sigue tocando, y cada vez se les contrata en más eventos, aunque Ebezener sigue trabajando como ebanista… Al menos hasta 1951. Ese año la Decca inglesa, establecida en Sierra Leone, le ofrece componer y grabar un tema sobre el lanzamiento de un nuevo tipo de autobuses, un inicio humilde pero que se convierte en todo un éxito, estableciendo a Ebezener como un verdadero compositor. Los 50 le catapultaron y Calendar y su Banda Maringar se convirtieron en aunténticas estrellas en Sierra Leone. Ebezener se ganó también la reputación de buen compositor, trabajando para otros músicos a lo largo de su carrera, que llegó a su fin en 1985, el año en que murió.
Así llegamos al momento de la música. Es raro que yo comparta algo posterior a la Segunda Guerra Mundial, pero la gran época del 78rpm en el continente africano es justamente entre las década de los 50 y los primeros 60, ya que la música tradicional y una gran variedad de estilos nuevos que surgen ofrecen una frescura equiparable al boom musical de los 20 y los 30 en Europa y América. Así que aquí tenéis un tema de Calendar and His Maringar Band grabado seguramente en 1950 para DECCA (difícil encontrar información sobre estos discos por ahí). Uno de sus temas más conocidos “Nobody’s business but my own”, que a algunos les recordará el famoso tema de Blues de similar título. Pues sí, casi 100% que Calendar lo versioneó de ese tema de finales de los años 10 grabado inicialmente por Ann Meyers y luego por Bessie Smith. Aunque, digan lo que digan, si una versión se parece a la de Calendar es la que grabó el gran Frank Stokes para Victor en 1928 (por no nombrar a la de Earl Johnson & his Dixie Entertainers). Sea como sea, el tema encaja endiabladamente bien con los ritmos Calypso (perdón, Maringa) de Calender y su banda. Como siempre, digitalizado de mi colección. Espero que lo disfruten (Qué mejor para estos calurosos días de agosto).
Calendar and His Maringar Band «Nobody’s business but my own» Freetown, prob. 1950
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