Uno de los aspectos que más divertidos cuando busco discos en mercadillos es encontrarme con algo que no conozco pero que parece interesante. «¿Puede ser bueno?» es lo que hay que preguntarse siempre y no obviar lo desconocido. Ante la duda siempre me lo llevo a casa, y si bien a veces resulta no ser de mi agrado, otras (maravillosas) veces descubro música estupenda que de otra manera hubiera tardado en descubrir mucho más tiempo (o quizá jamás). ¡Bendita ignorancia! Es sumamente excitante aventurarse a llevarse cosas así a casa, y gracias a esta costumbre descubrí a la misteriosa orquesta cubana Ases de Bellamar.
Fue un viernes por la tarde y recuerdo estar agachado, ensuciándome las rodillas y las manos (nadie dijo que la búsqueda de discos sea elegante) mientras inspeccionaba unas cuantas pizarras cuando el sello azul de Odeon me hizo deslizar mi vista para revisar los títulos de una tal «Orquesta Típica Cubana Ases de Bellama». Por el ridículo precio que pagué por el disco valía la pena arriesgarse. Así que en poco tiempo llegué a casa y después de una limpieza (propia y del disco) lo pinché y quedé maravillado. ¡Estupenda orquesta! Las dos caras eran preciosas: Por un lado una versión del son «La maldita timidez» (grabado anteriormente por el Sexteto Habanero) y por el otro un curioso paso ñáñigo (por entonces no tenía ni idea de qué significaba eso) titulado «El escobero». Compartí el disco con varios coleccionistas para ver si alguien había oído hablar de ese misterioso grupo. Nadie los conocía. Hace al menos 7 años de ese día pero recuerdo lanzarme a buscar datos desde esa tarde. Descubrí que la etiqueta contenía un error en el nombre, ya que se trataba de los Ases de Bellamar (alguien de la compañía Odeon se comió una R) pero apenas logré información sobre ellos. Eso fue hasta hace poco, cuando el gran coleccionista y estudioso de la música cubana Gino Curioso, me pasó unos cuantos recortes y eso trajo como resultado unos cuantos días frenéticos de buscar y recopilar información de distintos lugares. Gino ha sido el que me ha hecho moverme de mi vagancia y hacerme escribir finalmente sobre esta fugaz banda, una gran desconocida para muchos. Así que va por él.
Fue en un recorte de prensa donde Gino dio con un nombre el del pianista cubano René Izquierdo Ruiz, quien tuvo una gran presencia en la escena musical española (sobretodo madrileña) entre 1931 y 1936. En ese recorte del 19 de setiembre 1931 en el periódico La Región, de Ourense, se hablaba de la presentación en el Teatro Jovellanos de Gijón del espectáculo del bailarín de origen ruso Sacha-Goudine, afincado en España desde 1917. En dicho espectáculo actuaba un grupo de baile cubano (en el que cabe destacar nada más y nada menos que a Octavio «Tavito» Rivero, el que fuera contrabajista del legendario Sexteto Boloña y a quien volveremos después) acompañado por «Ases de Bellamar, orquesta típica cubana, dirigida por el maestro René Izquierdo». Ahí estaba el nombre, y el hecho de que Izquierdo fuera pianista explicaba porqué había un piano en la grabaciones del disco, algo no muy común en las interpretaciones del son cubano. Sólo había que buscar un poco más sobre él.
Si bien no he podido encontrar información sobre sus orígenes en Cuba, hay que tener en cuenta que España era un hervidero de músicos cubanos entre finales de los años 20 y mediados de los 30 (el censo de 1930 muestra casi 2.000 cubanos viviendo en España), así que no sería de extrañar que René Izquierdo Ruiz llegara aquí con algún contrato a mediados/finales de los años 20. De todas maneras la primera mención de René en España la tenemos gracias al diario cubano La Marina, quien se hace eco el 23 de abril de 1928 de una fiesta realizada en la embajada cubana de Madrid. Estas fiestas por lo visto, eran bastante comunes y se repiten a lo largo de varios años, en los que René o bien ameniza la velada con su piano o suele ser el director de la orquesta que toca. En la velada del 7 de julio de 1932, por ejemplo, no sólo está ahí nuestro hombre sino que coincide con otro pianista y legendario cubano, el gran Ernesto Lecuona, quien por entonces estaba en territorio español de gira.
Poco más he podido encontrar de él entre 1928 y 1931, aparte de su participación como «maestro director concertador» en el espectáculo «Flameruncios», de la mano del famoso Alady en setiembre de 1930. Un año después, ya en setiembre de 1931, los Ases de Bellamar están tocando de gira por Asturias, así que cabe situar su formación al menos unos meses antes. Siempre pensé que se trataría de una banda de estudio formada para la ocasión, pero teniendo en cuenta que estaría activa como mínimo un año, se trata en verdad de una auténtica orquesta de músicos cubanos creada en España. Ya es en abril de 1932 cuando Odeon lanza en su serie de etiqueta azul (precio 8,50 pesetas de la época) el que será su único disco, que debido a la falta de datos de la sucursal española, imagino que se grabaría sobre enero o febrero de ese mismo año (por regla general los discos se lanzaban al mercado entre dos y tres meses después de haberse grabado). Dos preciosos temas que vamos a tratar a continuación.
Por un lado tenemos la cara A con esa preciosa versión de «La maldita timidez» que me volvió loco a la primera escucha, para mi gusto mejor que la del Habanero. Puedo adivinar un tres, el piano, trompeta y claves además de al menos dos voces. Las claves pierden a menudo su tiempo, por lo que imagino que el encargado de tocarlas no era un gran experto. Está claro que René se encarga del piano pero ¿y los demás? ¿Quiénes son? Curiosamente si bien en el lanzamiento de Victor de 1925 del mismo tema a cargo del Habanero éste aparece compuesto por Carlos Valdez Brito, casi 7 años después Odeon lo edita compuesto por Octavio Rivero, en lo que parece una clara apropiación de derechos poco clara. Pero lo importante es que de nuevo Tavito vuelve a aparecer unido a René, lo cual me hace pensar, ¿Formaba parte también de los Ases de Bellamar? No puedo apreciar ningún contrabajo así que, si formaba parte del grupo, ¿toca algún otro instrumento? ¿Quizá canta?
Orquesta Típica Cubana Ases de Bellamar «La maldita timidez» Odeon 183.377 Prob. Madrid principios 1932
La otra cara del disco fue toda una sorpresa, no sólo por la excelente música, sino que en este caso no tenemos un son sino un «paso ñáñigo», o lo que es lo mismo, un canto perteneciente a la Sociedad Abakuá cubana. Tras la llegada de esclavos a Cuba desde Calabar (Nigeria) a principios del S. XIX, muchos de ellos decidieron mantener su tradición y es así como se formó en secreto la Sociedad Abakuá. Integrada sólo por hombres, ha llegado hasta nuestros días si bien parece ser menos popular que en antaño. La música es muy importante en los rituales ñáñigos (el nombre que se da a sus miembros) y se presenta en forma de cantos de llamada y respuesta en los que el sacerdote canta y «entrega el coro» a los demás. Estos cantos se acompañan de diferentes tipos de tambores, cada uno con su simbología y con los bailes del ireme, o espíritu bailarín.
La conexión entre el ñañiguismo y la música cubana es sencilla de explicar, ya que muchos de los grandes nombres del son cubano fueron miembros de la sociedad (como el gran Ignacio Piñeiro del Sexteto Nacional). Como bien comentó Ricardo Oropesa sobre los trovadores cubanos «Generalmente, estos músicos eran iniciados Abakuá, y eran profundos conocedores del Fambá Nitanga (música abakuá), que también se acompañaba como la clave folclórica y el guaguancó, con tambores apoyados por un patrón rítmico producido por un hierro. De esta manera, la música abakuá, fue paulatinamente asomando al mundo social y a la música popular profesional, a través de expresiones cantables del cancionero trovadoresco, asimilado por la configuración musical conocida como trova.» Es por eso que, aunque por desgracia no muy a menudo, se grabaron algunos cantos abakuá. Tenemos por ejemplo Al Terceto Nano (formado por los hermanos Ramón «Nano» León -miembro Abakuá- y Bienvenido León junto a Tirso Díaz) y su «Anagueriero Bonco» de 1913 o al Sexteto Habanero con su «Criolla Carabalí» de 1928, que son prácticamente el mismo tema (con este último coincide «El escobero» en el grito de «ya yo he/ ya yo ma he») o al menos, parten del mismo origen.
En el caso de «El Escobero», el paso ñáñigo grabado por los Ases de Bellamar, tenemos de nuevo una mezcla de cantos abakuá que parecen haber sido tomados de la tradición por lo que es probable que al menos uno de los dos compositores fuera miembro. El tema consta en el disco compuesto por Alfredo García y René Izquierdo, y una búsqueda entre los archivos oficiales de la Gaceta de Madrid muestra que el «canto indígena cubano» se registró oficialmente al año siguiente, concretamente el 7 de agosto de 1933. En el registro se especifica que Alfredo García es el compositor de la música mientras que René Izquierdo y Ruz (sic) fue autor de la letra. ¿Significa eso que nuestro René era miembro de los Abakuá? Imagino que será otro de los enigmas que puede quedar sin resolver. Y ya que estamos en ello… ¿Quién es Alfredo García? ¿Otro integrante del grupo o un músico conocido de René?
Orquesta Típica Cubana Ases de Bellamar «El escobero» Odeon 183.377 Prob. Madrid principios 1932
Lo que parece claro es que volvemos a tener un caso de autoría un poco sospechosa. ¿Hasta qué punto uno puede registrar un canto inspirado en temas anteriores? Para complicarlo todo más tenemos el caso posterior de Daniel Santos, el músico puertorriqueño conocido como el «Inquieto Anacobero«, que años después grabaría su famosa guaracha «El anacobero» («diablo» en abakuá) que curiosamente tiene casi el mismo grito que «El escobero».
El rastro de los Ases de Bellamar se diluye a partir de aquí. La última mención de la banda que he encontrado es del 5 junio de 1932, cuando tocan en el cine San Carlos de Madrid en la despedida del espectáculo de Azucena Maizani. Nada más, pero al menos René no detiene su carrera.
A finales del mes anterior ya se había presentado con una banda diferente en Barcelona donde debutarán con el nombre de Black Stars Band en la plaza de toros Monumental. Este grupo, dirigido por el propio René al piano, tal y como comentan varios periódicos, consta de 25 músicos negros ente cubanos y norteamericanos, tocando tanto material cubano («rumbas y danzones» nombra el ABC) como americano, e incluso algún pasodoble o flamenco español, al mismo tiempo que se celebraban corridas en el plaza. Este tipo de espectáculos en los que se mezclaban música y corridas de toros (tanto cómicas como serias) fueron muy famosos durante esas primeras décadas del S. XX en España e incluso hasta los años 50, y tuvieron en su máximo exponente al famoso empresario Llapisera (Rafael Dutrús Zamora), quien amenizó las plazas de toros de España durante décadas.
Una de las grandes bazas de la banda Estrellas Negras (como se conoceríaa la Black Stars Band en adelante) era la de contar con un saxofonista que ganaría mucha fama en los próximos años: Aquilino, «el saxofón humano«. Este cubano afincado en España se hará famoso por sus interpretaciones del flamenco al saxofón, llegando a grabar en España para diversos sellos con guitarristas del nivel de Sabicas o Manolo el de Badajoz. En julio de 1932 la banda actuando en Madrid, y todavía se nombra a René como director de la banda. Pero poco tiempo más tarde su nombre ya desaparece y la banda parece ya pasar a ser dirigida por el propio Aquilino, como mínimo ya en el mes de octubre. Entre varias reseñas e incluso fotos me ha chocado ver una imagen de noviembre de 1932. Esta foto pertenece a un cartel de una actuación especial para el 27 de noviembre en el teatro Pavón de Madrid, y en concreto muestra a Aquilino posando en el ruedo junto a un pianista del que no se sabe el nombre. Si bien podría bien ser el sustituto de René, también es lógico pensar que la foto debía haber sido tomada anteriormente, por lo que, ¿podría ser el mismo René Izquierdo el que lo acompaña? Sería lógico que el director y la máxima estrella del espectáculo se fotografiaran juntos, pero a falta de confirmación lo dejaremos en duda.
No se vuelve a mencionar el nombre de René en periódicos hasta el 3 de junio de 1933, cuando el diario La Prensa hace reseña de su actuación del día 20 del mes anterior en honor a la fiesta nacional de Cuba, en la que nombra «la magnífica orquesta cubana de René Izquierdo, que interpretó magistralmente canciones, rumbas y sones, terminando con el Himno Nacional Cubano.» ¿Había vuelto a juntar los Ases de Bellamar o se trataba de otra nueva? Poco más se sabe de esa orquesta ni de él aparte de que en 1934 queda absuelto de un juicio por escándalo, pero por desgracia no conozco los detalles del caso. Aparte de eso es seguro que se mantiene activo en España hasta la Guerra Civil, ya que entre el año 32 hasta julio del 36 registra varias canciones a su nombre. Pero ahí está todo lo que he podido averiguar sobre él hasta ahora. Una verdadera lástima ya que por lo visto René Izquierdo Ruiz fue definitivamente uno de los músicos cubanos más activos y de cierta relevancia en España. La falta de información es a veces desesperante, así que espero con ganas que si alguien lee esto y puede aportar algo más sobre él o los Ases de Bellamar pueda comunicármelo. Estaré esperando con ganas.
Gracias a Gino Curioso por su ayuda e inspiración.
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