Los discos en 78 rpm de artistas de Puerto Rico anteriores a la Segunda Guerra Mundial suelen ser difíciles de encontrar y mucha de esa música, aparte de casos aislados como el del grupo Los Jardineros (editados en Cd) sigue permaneciendo en el secreto. Encontrar un disco de la banda que hoy nos ocupa, a pesar de ser una de las más famosas de la época, suele ser una tarea difícil y es por eso que fue una grata sorpresa cuando di con este disco en una tienda hace aproximadamente un año. Para más suerte, estaba y está en estupendo estado. Desconocía por entonces la trayectoria de Manuel Jiménez, más conocido como «El Canario», pero este disco me abrió las puertas a la carrera de este excelente líder de banda y músico.
Manuel Jiménez nació en Orcovis, Puerto Rico, el 1 de enero de 1895, y parece que ya de joven la música formó parte de su vida. Si bien empezó trabajando de muy joven en fábricas y en una tabaquería, con apenas 14 años se va en un buque a Barcelona como polizón. Regresa al poco tiempo a América, estableciéndose en New York, y parece ser que fue en alguno de estos viajes que uno de los capataces le pone el sobrenombre de «Canario», ya que el joven Manuel canta a todas horas. Se dice que hacia 1914 realiza sus primeras grabaciones para Pathé en New York, corridos mexicanos, y que al año continúa grabando para otros sellos, aunque la hora de la verdad le llega a mitades de los años 20, cuando en 1926 firma un contrato como artista exclusivo para Victor, para quienes empieza a grabar con su propio grupo.
Canario pasa de cantar a ejercer como líder de la banda, rodeándose de estupendos músicos con los que gira y graba asíduamente durante la segunda mitad de los años 20 y principios de los 30. Si bien se le reconoce como el gran introductor de la plena puertorriqueña en Estados Unidos, la verdad es que su banda grabó todo tipo de estilos latinos en una buena estrategia para mantener un buen nivel de ventas. Su carrera sigue en auge en los años 30, cuando funda su propia orquesta con la que sigue cosechando éxitos. Hacia 1949 vuelve a vivir a Puerto Rico, y se mantiene allí más o menos activo hasta los años 60 donde fallece posteriormente en 1975.
El disco que hoy presento, grabado en setiembre de 1930 en New York, nos muestra a la banda interpretando un par de boleros cubanos y es un buen ejemplo de que, a pesar de haber pasado a la posteridad por la plena, Canario estaba abierto a varios estilos. Ambos temas, compuestos por Rafael Rodríguez, responden al nombre de dos mujeres, y nos muestran una estupenda banda con dos guitarras, un cuatro, claves y un estupendo clarinete en vez de la habitual trompeta de los combos cubanos, que les da un toque muy especial que me recuerda un poco a las bandas de la Martinica y Guadalupe. Digitalizado de mi colección. Espero que lo disfruten.