“¿Conoces a este grupo? Te pasaré unos mp3s, son buenos.”

Chateando con otro coleccionista de música hawaiiana me mostró la etiqueta de un disco Odeon español. Días después me enviaba los archivos de audio y pude comprobar que el adjetivo “buenos” se quedaba corto. Eran magníficos. Dos temas hawaiianos de un grupo que respondía al nombre de Cuarteto Tropical. Dos temas instrumentales que fácilmente podían compararse con las grandes bandas de finales de los 20 y los 30, titulados “Brisas de Hawaii” y “Danza hawaiiana de amor”, este último una variación del clásico hula “Tomi Tomi”. Sonaban dos guitarras rítmicas, un ukelele y un estupenda guitarra steel que brillaba con personalidad propia. ¡Vaya un descubrimiento! Odeon 203.604, ¿dónde has estado a lo largo de mi vida? Mi amigo no sabía nada de ellos y al ser una edición española pensó que quizá yo podría lanzar algo de luz sobre el asunto, pero, ¡ay! a veces mi insultante ignorancia puede abarcar el tamaño del océano pacífico.

Pero si para algo creó Dios Internet fue para casos extremos como este. Un rápido vistazo por la web daba con la buena gente de Melodías Pizarras, quienes a menudo pinchan el disco aunque la información aportada por sus radio oyentes era más bien poca. La búsqueda del catálogo no daba resultados así que sólo nos quedaba un nombre que intentar, el del compositor de una de las caras. Elio Llorens. Su nombre, por suerte, aparecía unido al de un músico que había sido su alumno, Fernando Alonso Mercader, fundador de Casa Sors, una escuela de música situada en Barcelona. Tocaba contactar con Alonso.

Tras un email conseguí respuesta de Raúl Lucea, también músico y responsable de Casa Sors, quien desde un principio ya me confirmó que Llorens era el que tocaba la guitarra hawaiiana en el combo. Hubo una interesante charla por teléfono y a los pocos días me plantaba en la escuela para charlar con Alonso y Raúl. Por desgracia Alonso no estuvo presente, Raúl se excusó ya que por lo visto no se encontraba muy bien esos días. pero por suerte había oído todas las historias sobre Llorens directamente de Alonso, alumno y amigo suyo, y para mi sorpresa custodiaban varios de sus documentos, partituras e incluso un par de fotografías. Las historias que oí esa mañana junto con la información que había ido encontrando y que aparecería me darían una imagen general de la vida de Llorens.

Elio Llorens Y Rivero nace en San Juan, Puerto Rico, y aunque de los tres diferentes censos investigados cada uno da una fecha de nacimiento distinta, seguramente esta fuera en abril de 1905. Su padre fue Luís Llorens Torres, puertorriqueño de abuelo catalán, poeta, dramaturgo y político defensor de la independencia de Puerto Rico, quien conoció a su mujer, la española Carmen Rivero, tras estudiar en Barcelona y Granada.

Del joven Elio poco sabemos, excepto aventurar que seguramente recibió algún tipo de educación musical durante su infancia o juventud. Como bien me explicaba Raúl, “tocaba de todo, guitarra, guitarra hawaiiana, piano, ukelele, contrabajo…” Siempre demostró un talento increíble para la música, hasta el punto que Raúl me comenta que una vez se presentó a un concurso de ukelele, y que, tras verlo tocar, los demás participantes abandonaron. No sé hasta qué punto será cierta la anécdota, pero es verdad que tenía un gran bagaje musical que incluía tanto la música clásica como la popular (justamente una de sus especialidades eran los arreglos de temas populares con toques clásicos) y además sabía leer y escribir complejas partituras, lo cual me inclina a pensar que, por fuerza, tuvo recibir algún tipo de enseñanza musical. Las únicas menciones que he encontrado sobre él de joven le nombran acompañando al célebre pianista Jesús María Sanromá (alias Chuchú) en su San Juan natal y viajando a New York en mayo de 1926, donde se queda por un par de meses. Aunque ignoro los motivos podría bien ser que fuera para actuar en la gran urbe americana.

Y es que la vida de Llorens es un continuo misterio. Raúl no deja de asombrarse que nadie más que yo nunca haya preguntado por él, teniendo en cuenta toda su trayectoria profesional. Parece que Llorens haya pasado por esta tierra como un fantasma, algo raro, más aún tras haber tocado y grabado varios discos con algunos de los músicos más célebres de la posguerra. Todo esto dificulta mi tarea a la hora de hacerme una idea sobre el tipo de hombre que fue: Si ya es difícil conocer profundamente a los vivos que nos rodean, tarea imposible será la de descubrir qué piensan los que ya no están entre nosotros, aunque Raúl lo intenta. “Era todo un personaje. Siempre estaba rodeado de gente extraña, políticos, embajadores… Fernando cree que era un espía.” Ante mi sorpresa y cierta incredulidad Raúl añade que cierta vez recibió un disparo en Bombay. Suena raro, lo sé, pero al fin y al cabo era hijo de un político que vivó una era convulsa, así que, ¿quién sabe?

Centrémonos pues en los hechos. Sabemos a ciencia cierta que en 1931 estaba en España, que grabó un disco con el Cuarteto Tropical en los años 30, que llegó a formar un dúo hawaiiano con Daniel Arnau (uno de los muchos músicos españoles olvidados) y que permaneció aquí hasta estallar la guerra civil en 1936. Varios datos muy importantes salen a la luz. El primero gracias a la prensa madrileña, quien le nombra el 12 de setiembre de 1931 actuando junto a la bailarina Amparo Medina en el segundo Teatro Romea (situado en la calle Carretas y derribado en 1935). Concretamente el anuncio dice que “entre otros bailes, interpretará el Hula, o danza hawaïana, (sic) acompañada por guitarra típica, por el notable profesor Elio Llorens.” Así que ya en 1931 Llorens tocaba la guitarra hawaiiana en un espectáculo de vodevil. En 1934 su nombre vuelve a aparecer en las noticias. Esta vez se le nombra formando parte de un dúo de música hawaiiana llamado Los Danys, junto a Dany Aloha. Aloha no era más que uno de los seudónimos de Daniel Arnau, un estupendo guitarrista hawaiiano de Estivella que abandonó las tierras valencianas para buscar fortuna con su música. ¡Quién pudiera escuchar a esos dos juntos! Pero nunca será así. A falta de otra noticia, el dúo sólo actuó en la radio en julio de 1934, tal y como muestra la revista La Luz. El tercer dato es un poco más dramático, ya que se trata de una noticia del periódico Lilcoln Evening Journal del 26 de noviembre de 1936,  fecha en la que se nombra a Llorens como uno de los ciudadanos americanos evacuados de España tras el estallido de la Guerra Civil. Lo cual nos deja un margen amplio para determinar el año (ya no digo la fecha) de grabación de “Brisas de Hawaii/danza hawaiiana de amor”. Por desgracia aún no he encontrado ningún catálogo de la época con la referencia del disco, aunque por el número de serie parece que fue editado sobre el año 1936.

Tras la guerra Llorens vuelve a España, compaginando estadas tanto en Barcelona como en Puerto Rico. “Vivía en casa de unos familiares cerca de aquí”, me comenta Raúl, a lo que recuerdo que su abuelo materno era catalán, y que quizá se tratara de esa parte de la familia. Pronto Raúl añade más detalles curiosos: “No dormía más que unas pocas horas. Tenía algún tipo de dolencia y no podía dormir estirado, tenía que dormir sentado, como el hombre elefante. Tenía una cama especial para eso.” ¿Quizá se tratara de apnea? Otro misterio más. Lo que está claro es que lo que sufriera no afectó demasiado a su música, ya que si bien lo hawaiiano queda atrás, su carrera sigue bien activa. Graba con la nueva encarnación del Cuarteto Tropical, reconvertido ahora en Quinteto (con diferentes miembros) y especializado en rancheras y temas latinos, así como con diversas Orquestas hispanas, como Los Estilistas, La Orquesta de Martín de la Rosa o La Orquesta Gran Casino. También durante los 40 edita un método para tocar el ukelele (en la portada aparece la foto de Llorens que aquí muestro). Pero hacia finales de esa década se le pierde la su pista, y a la falta de nuevos datos, no sé si sigue grabando ya sea en España o en cualquier otro país. Según Raúl muere en Puerto Rico, hacia 1979/80, lo cual deja también un buen vacío temporal para investigar más. Sin descendencia ni pareja conocida.

Despidámonos ya con lo que toca, un poco de música del antes mencionado disco cuya búsqueda ha sido para mi una angustiosa obsesión durante un buen tiempo. Os dejo con las dos caras del Odeon 203.604 a cargo del estupendo Cuarteto Tropical. Mi copia parece una edición tardía, quizá ya de los años 40. Según un amigo seguramente se reeditó porque tuvo cierto éxito, aunque también cabe la posibilidad de que se reeditara aprovechando el tirón del éxito del Quinteto Tropical en los años 40.

Sólo me queda agradecer a Casa Sors, a Fernando Alonso Mercader y a Raúl  Lucea su inestimable colaboración así como el haber custodiado el legado de LLorens todo este tiempo. Tabién a Les Cook por descubrirme el disco y por su búsqueda de información. Tan sólo pedir que si alguien sabe algo más sobre la figura de Llorens o sobre el Cuarteto que no dude en enviarme un mail.

Ahora disfruten de la música. Digitalizado de mi colección.

Cuarteto Tropical «Brisas de Hawaii» ca. 1936 ODEON 203.604

Cuarteto Tropical «Danza Hawaiiana de Amor» ca. 1936 ODEON 203.604

ARCHIVO/FILES

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