En julio de 1927, en la ciudad de Bristol (Tennessee), un productor de la compañía Victor llamado Ralph Peer llevó a cabo unas sesiones de grabación que iban a cambiar el panorama de la industria musical americana, lanzando la música Country a lo alto de las listas. Peer era consciente de las enormes posibilidades financieras de grabar auténtica música rural. Tres años atrás había grabado a Fiddlin’ John Carson para Okeh Records y el éxito había sido impresionante, pero por entonces la grabaciones eran acústicas y se utilizaba para grabar una enorme bocina que imposibiltaba el desplazamiento del equipo. Esto obligaba a los artistas a desplazarse a las grandes ciudades para hacer una audición y luego, si la compañía aceptaba, grabar algún disco, lo cual limitaba enormemente el número de grabaciones por los muchos artistas que no podían permitirse el dinero o el tiempo del desplazamiento. En 1925 todo cambia cuando se inventa la amplificación eléctrica, lo cual permite no sólo mejor calidad de grabación sino también un equipo más pequeño, y por tanto, portable.
La portabilidad permitía a los productores poder desplazarse con un buen equipo a cualquier parte y grabar in situ a los artistas, lo cual ampliaba altamente el número de posibles grabaciones. Por regla general, un productor y quizá un técnico se establecían en una ciudad, ponían un anuncio en un periódico local invitando a artistas locales y luego se pasaban un buen puñado de días grabando los que les parecían más interesantes. Fue esa la pauta que Peer siguió en Bristol, pasando desde el 25 de julio hasta el 5 de agosto grabando unas sesiones, ahora legendarias, conocidas como The Bristol Sessions. Estas sesiones acercaron aún más al público general a la auténtica música Country del momento y sirvieron para lanzar al estrellato a los imprescindibles Carter Family y a un cantante al que se conocería con el tiempo como «el padre de la música Country», el inigualable Jimmie Rodgers.
El Guardafrenos Cantante
Nacido en 1897 en un lugar inconcreto de Mississippi (3 poblaciones se disputan el honor) y el más joven de tres hermanos huérfanos de madre, Rodgers siente la pasión por la música desde joven. Con tan sólo 13 años, y acostumbrado a vivir con varios parientes, empieza a montar sus propias giras de vodevil ante la ira de su padre quien le obliga a volver a casa y con el tiempo le encuentra trabajo de aguadero para el ferrocarril. Por suerte este trabajo resulta beneficioso para la educación musical de Rodgers, ya que, en contacto con los trabajadores del ferrocarril y los vagabundos, aprende de ellos varios estilos, sobretodo cantos de trabajo, Blues y Country. En 1924 nos lo encontramos ascendido a guardafrenos cuando contrae tuberculosis lo que le obliga a dejar el trabajo pero le ofrece tiempo para centrarse en su carrera musical. Después de varios intentos de trabajar de nuevo en el ferrocarril frustrados por su enfermedad, se establece con su esposa e hija en Meridian, Mississippi, donde empieza a tomarse en serio su música.
Para cuando lee el anuncio de Ralph Peer en el periódico, Rodgers ya lleva un tiempo tocando con una banda, The Tenneva Ramblers, con los que incluso ha llegado a tocar varias veces en la radio. Peer les hace una audición y decide grabarlos al día siguiente, pero cuando llega el momento de grabar sólo Rodgers aparece. La banda acaba de pelearse y le han abandonado (supuestamente Rodgers vendió unos instrumentos alquilados a una tienda lo cual enfureció a los otros miembros) y él, ni corto ni perezoso, decide grabar en solitario. Es así como el 4 de agosto graba dos temas para Victor, «The Soldier’s Sweetheart» y «Sleep, Baby, Sleep», por las que recibe 100 dólares. Una vez editadas reciben un éxito modesto, pero suficiente para que en noviembre Rodgers se arme de valor y viaje hasta New York empeñado a volver a grabar con Victor. Pero tras su segunda sesión las cosas cambiaron enormemente para el cantante. Entre las canciones que grabó se encontraba un tema llamado «Blue yodel», más tarde también conocido como «T for Texas». El tema acabó siendo un éxito increíble que convirtió a Rodgers en una súper estrella de la noche a la mañana además de poner el «hillbilly» (Mezcla de Blues, Folk y elementos del Jazz) de moda.
«Blue Yodel» fue de hecho tan famoso que Rodgers acabó grabando un total de 13 canciones con ese mismo título a las que simplemente numeraba. Y es que es normal que tuviera tanto éxito ya que era algo que el público general no había oído hasta la fecha. El tema toma una base Blues a la que Rodgers decidió añadir toques Folk y un elemento que se convertiría en su marca personal, el yodeling. Si alguna vez os habéis preguntado de donde salía esa manía de insertar yodel en el Country ahora ya lo sabéis. Contaba el mismo Rodgers que decidió incorporarlo a sus temas después de ver actuar a un grupo suizo de yodel que giraba por América, aunque algunos han citado la influencia de otro cantante pionero, Emmet Miller, una figura clave del vodevil y el minstrel y el hombre que popularizó «Lovesick Blues», el tema que décadas después llevaría a Hank Williams al estrellato.
La fama de Jimmie Rodgers no descendió a lo largo de su carrera aún a pesar de la depresión, y aunque intensa y productiva resultó ser corta y apenas abarcando unos seis años. En los años 30 la tuberculosis contraída tiempo atrás empezó a empeorar, hasta el punto que tuvo que abandonar las giras refugiándose en su nuevo hogar en San Antonio, Texas. Con la depresión que asolaba el país ya no había apenas estudios que hicieran grabaciones de campo, así que Rodgers, gravemente enfermo, tuvo que desplazarse hasta New York en mayo de 1933 para grabar sus últimas sesiones. Para estas tuvo que acabar grabando sentado por culpa de su condición y descansar entre las tomas. Fue poco después de las grabaciones, concretamente el 26 de Mayo, que la enfermedad se lo acabaría llevando en su habitación del Taft hotel en New York, con apenas 35 años. Dejaba detrás un legado impresionante que seguiría influyendo a varias generaciones.
Aquí os dejo con «Blue Yodel», digitalizado de mi copia, un edición inglesa en el sello Zonophone editada en los años 30. Así es como suena el verdadero Country.