
Si bien el Jazz es un estilo puramente americano su influencia fue mundial. Ya en la segunda mitad de los años 20 nos encontramos con diversos combos en varias ciudades europeas que beben directamente de los nuevos sonidos de los Estados Unidos, ya sea en París, en Londres, en Barcelona y Madrid o, en el caso que nos ocupa hoy, en Berlín.
No digo nada nuevo si aseguro que Berlín, entre finales de los años 20 e inicios de los 30, se convirtió en una de las capitales artísticas más importantes del mundo. Hacia mediados de los años 20 Alemania empieza a resarcirse del drama de la Primera Guerra Mundial y disfruta de un resurgir económico que se ve traducido en las artes. Los clubs berlineses empiezan a contratar a grandes bandas y el sonido que más éxito tiene es el Jazz. No es exagerado decir que el caso alemán es quizá el más interesante del panorama europeo durante esa época (con perdón de los ingleses) en lo que a Jazz se refiere. No sólo florecen un buen montón de grupos sino que muchos de ellos son exageradamente buenos y, en algunos casos, tremendamente originales. Pero por desgracia, todo cambió a partir de 1933, el año del ascenso del partido nazi al poder.
Y es que, como bien se sabe, a Adolf Hitler y compañía no les hacía ninguna gracia el Jazz o cualquier manifestación artística que fuera novedosa y rompedora. El Jazz tenía un origen claramente negro, y además, en el caso alemán, gran parte de la industria musical estaba formada por músicos y empresarios judíos. No es de extrañar que ya desde la llegada al poder de Hitler el Jazz fuera oficialmente declarado «música degenarada» (el término oficial era «negermusik» o «música negra»), hasta el nivel de llegar a ser prohibido.
Como mucha otra gente durante los oscuros años del tercer Reich, numerosos y estupendos músicos se vieron forzados al exilio, otros acabarían en campos de concentración o sobreviviendo como pudieran. Uno de los casos más sonados fue el los estupendos Weintraub Syncopators, una de las mejores bandas alemanas surgidas en los años 20. La banda gozó de tal éxito que giró por Rusia y Japón (donde grabaron varios discos) acabando justo antes del inicio de la guerra en Australia. Siendo algunos de sus miembros judíos decidieron sabiamente no volver a Alemania, pero al estallar el conflicto bélico el gobierno australiano decidió encerrarlos en un campo de concentración (como a muchos otros alemanes residentes) por temor a que fueran espías. No sólo eso, sino que examinaron sus grabaciones hechas en Japón por si contenían… ¡Mensajes en código! Pobres tipos.
El Jazz alemán sobrevivió a lo largo de la guerra pero en el underground, donde los fans se reunían clandestinamente para escuchar su música adorada. Con la llegada del swing las normas cambiarían. Si bien en principio era también repudiado por los nazis, a inicios de los años 40 el ministro de propaganda Joseph Goebbles decidiría hacer suya esa máxima de «Si no puedes con ellos, únete a ellos» y patrocinó una banda de swing bautizada como Charlie and his Orchestra. El objetivo de la banda era grabar clásicos del Jazz pero cambiando las letras por otras de propaganda nazi, en las que se ridiculizaba a los judíos, a los americanos, a los ingleses y a cualquiera que estuviera en el objetivo de los nazis.
Pero eso ya es una época que me interesa menos. Quien quiera puede hacer una búsqueda de «Charlie and his Orchestra» en youtube y horrorizarse un rato con tan esperpéntico invento. Quédemonos con los años 20-30. Os dejo con tres estupendas bandas que representan un buena muestra de lo mejor de la época.
HANS BUND & HIS BRAVOUR DANCE ORCHESTRA «The Knave of Diamonds»
Hombre de estudios clásicos, Hans (o «Jack» como él se apodó) Bund llegó a Berlín en la década de los años 20 donde fundaría un cabaret y su propia orquesta, donde no sólo era el líder sino que tocaba el piano. Participó en películas, trabajó con numerosos músicos y grabó un buen montón de extravagantes discos de éxito con un estilo propio que él mismo denominó «Excentric Fox». Curiosamente, siguió trabajando a lo largo de toda la II Guerra Mundial. Leí por ahí que fue acusado de ser judío pero que pudo demostrar que no era cierto por lo que se le concedió permiso para seguir tocando. Suena extraño, lo sé, pero poca información puede contrastarse sobre esa época en relación al bueno de Hans. Eso sí, no hay duda de que se trataba de un estupendo pianista, además de un excelente compositor y arreglista. Para prueba este «The Knave of diamonds» (en mi edición española traducido como «Poker»), donde hace gala de su característico estilo al piano y se atreve a mezclar el Jazz con… ¡El pasodoble! ¡Y funciona! Digitalizado de mi colección.
Hans Bund & His Bravour Dance Orchestra «The Knave of Diamonds» («Karo Bube») Berlin 18 Octubre 1932. Parlophon 26.688-I
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ERIC HARDEN MIT SEINEM TANZ-ORCHESTER «Ohne Dich Ist Die Ganze welt»
Otra de las grandes orquestas fue la dirigida por Eric Harden del que por desgracia apenas he podido encontrar nada de información. Encontré este disco hace ya tiempo y desde el inicio me fascinó, si bien tardé algo de tiempo en descifrar el título y la orquesta. Se trata de una estupenda y delicada versión del clásico «Stormy weather» en clave teutona con 4 voces identificadas simplemente como «4 Belcantos». Grabado a inicios de los años 30 y digitalizado también de la edición española de Parlophon de mi colección. Disculpen la calidad, intentaré encontrar una mejor copia.
Eric Harden Mit Seinem Tanz-Orchester «Ohne dich ist die ganze welt» Parlophon 26.728
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ODEON TANZ ORCHESTER (OTTO DOBRINDT) – «Wo steckt die Melanie seit gestern nacht»
Otto Dobrindt fue uno de los directores de orquesta alemanes más prolíficos de su época. empezó carrera como director de la compañía discográfica Carl Lindström AG para estrenarse luego como músico a partir de 1925. Grabó con varias grupos bajo diferentes nombres -de entre los que destaca principalmente la Saxophon Orchester Dobbri, su orquesta más famosa-, tantos que seguirle la pista es todo un quebradero de cabeza. Esta es una de sus muchas personificaciones con la Odeon Tanz Orchester. Muchas discográficas contrataban a menudo a bandas famosas para grabar bajo el nombre de la compañía, a veces incluso cambiando el nombre de la banda por que sí (hay que pensar que en esa época a menudo lo que vendía era la canción más que el grupo) y este es el caso que nos ocupa. El sello Odeon alemán contó con Dobrindt para dirigir a este combo del que se desconoce sus miembros. Tan sólo dispongo del nombre del cantante, el por entonces famoso Max Kuttner. Esta grabación de 1926 es una versión en alemán de un hit de la década, «I wonder where my baby is tonight», y pertenecía a la obra musical “Wien Lacht Wieder”. La banda es excepcional, la versión estupenda y además tiene un fragmento de banjo corto pero alucinante. De mi colección.
Me vas a hacer comprar discos de orquestas alemanas, que yo siempre más o menos ignoraba. Salvo la gran orquesta Marek Weber que también hacía versiones de música de tipo jack Hilton, no he comprado prácticamente de otras. Saludos.
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Si, hubo orquestas de Jazz buenas en todas partes. De entre las europeas, las alemanas son, después de las inglesas, las más famosas. Si puedes busca algo en Youtube de los Weintraub Syncopators. Una banda increíble y de las mejores en Alemania.
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Por cierto, al parecer la orquesta de Jack Bund, o un pequeño grupo dirigido por él, eran los que en la Odeón española se editaban bajo el nombre de Los Solistas Reunidos . Lo he leído precisamente ayer que estaba fichando un disco nuevo de ellos y buscando el número de matriz lo encontré en la discografía de las matrices Odeón de Cristian Zwarg, disponible en el sitio web de la G H T.
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Si, conozco estas ediciones de «Lo solistas reunidos», tengo algunas. La mayoria son de Bund aunque bajo ese nombre genérico se editaron a algunas otras orquestas si no recuerdo mal.
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